miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hoy hace 63 años
naciste huérfano,
entre otras cosas,
para crearme a mí,
para hacernos a los dos,
y ahora
que el deshecho sos vos,
que te despedazas
y nosotros te juntamos
y te pegamos
y entonces yo escribo:
Me acuerdo del sol al lado del limonero, de tu mano que era el mundo llenando el balde de limones, de mirarte y pensar cómo sería ser grande o cómo te brillaba la barba o qué sentías por mamá, y después Maica subiéndoseme entera en las rodillas y vos retándola solo por las dudas porque la verdad era que la adorabas tanto que no dormías si la sentías ladrar sola en el frío del patio. Me acuerdo, otra vez, de tus silencios, de tu resignación, Dios, cuántas veces quisiera ser vos y callarme por amor y así salvarme de estos ruidos como cuando me salvabas de los aguijones mortales que se metían inexorablemente en el agua de la pelopincho y tu mano, incapaz de matar, los agarraba y los arrojaba lejos de mí, para que estuviera a salvo, para que no corriera ningún riesgo, porque sí, vos conocías el peligro de la infancia con aguijones, colonias de vacaciones pero sin padres. Sin padres, papá. O del gato moribundo que agarré de la calle, ese día que me guiñaste el ojo y te lo llevaste escurriéndote al fondo esquivando los desesperados gritos de mama; y después, de tu cara de dolor cuando la noche nos contó que no podíamos hacer nada contra tanta sarna. O, claro, de las tardes apoyados contra el respaldo de la cama, cuando canjeábamos masajes por libros y yo siempre conseguía leerte más y más y vos me dejabas ganar, solo para mirarme profundamente y hablarme de mi nariz mientras yo leía con los kilómetros por hora de la pasión y me crispaba toda porque no me estabas escuchando, y en tu cara la felicidad como pintada, porque yo era tuya, ahora entiendo papá, porque por fin algo en la vida te pertenecía. O de los domingos llenos de tango, lombrices y olor a tierra, del pasto de los Reyes Magos, de la rosa roja cuando se me desmoronó el útero por primera vez
O
Cómo me gustaría no haber crecido
O
Quiero pegarte las neuronas con cinta adhesiva
O
La muerte no existe
Ahora me brota una tormenta de felicidad
Exactamente
No entiendo como hiciste todo esto,
O cómo supiste ser mi papá
(bueno

pero eso se sabe
no se aprende en ningún lado
dice la gente
pero no entiendo
y
estas palabras imperfectas
no sirven para explicarme)
Quizás solo deba decirte que
Te amo
Que mamá te hizo una torta,
Que ella te amá también
Porque hoy es tu cumpleaños
Y vamos a fingir, los tres, que todavía perteneces a este puto mundo de la línea recta, aunque no sepamos nada de él, igual que vos, y aunque la casa tiemble sin tu mano arreglando las canillas.
Te amo
Y no me alcanza el corazón
Para
Desear
Que
Esto sí lo recuerdes.

3 comentarios:

Roots Reggae Rimbombante dijo...

sarly ,amo tus escritos, y una vez mas te amo pibita! en el mas amplio sentido!!
sos hermosa!

... dijo...

Gracias Oso

Unknown dijo...

Profundamente tierno, pero fuerte!demasiado.
Hace que me replantee los rencores que tengo hacia mi viejo, y enterder eso que me dijeron una vez "Son lo mejor padres que pueden".
Que lindo es ser chico, que lindo era todo antes de crecer... por decirlo de alguna manera. Que lindo es que haya gente que todavia le cueste crecer y mejor aún que le guste sentirse asi.
Saludos.