domingo, 25 de octubre de 2009

For Iu

En el medio de la pista, con mis oídos quejándose y los vasos corriendo por mis espaldas, te recordaba.
Contra todo pronóstico, apareces en los lugares más insólitos, en el reflejo del vidrio del colectivo o en las botas de una rubia cualquiera. Y es tan natural como saber que no somos iguales, que solo te acercás a mi, que soy miel, como una mosca interesada por el sabor de eso que le es ajeno, quizás innombrable y hermoso, pero lejano, más que todo, como la muerte. O que sos el sol que se escondía en mis mañanas lluviosas cuando tenía diez años, mi papá que ya no está, el coraje de saber que estoy viva porque hay dolor, mi miel hermosa e innombrable.
Se, no creas que no, que nunca voy a ser parte de tu mundo, ese que te enorgullece cuando lo nombras, lleno de alquimias y colores. No voy a ser tu renglón para escribir, tu cita a las seis, el pomo del dentífrico apretado desde abajo, los fideos que se escaparon del colador en la pileta.
La historia es más o menos así: yo interpreté en tus palabras todos los poemas y todas las canciones, a cambio expuse ante tus ojos hasta mis verrugas internas, esas llenas de líquidos negros, hediondos y sifilíticos, mis impurezas, mis suciedades, mi luz cegadora, mi amor espinado, sin significado, porque ahora se que lo lo que me une a vos no podrá explicarse nunca, es como el amarillo cuando te daba el sol en la plaza, o tu mano en mi pelvis antes de llegar al paraíso: la eternidad de cada segundo, esa que no está permitida por el solo hecho de ser verdadera. Vos sos desde entonces mi continuación, lo que voy a ser cuando ya no existas, la decepción constante por los sueños que se evaporan, el cinismo porque somos más viejos, las intrigas. Yo soy las otras mujeres a las que vas a amar sin acordarte de mí, tus fugas al infinito, cada libro que encuentres en el camino, los adioses en las estaciones de tren, las flores en cualquier jardín.
En el medio de la pista, con mis oídos quejándose y los vasos corriendo por mis espaldas, te recordaba y ahora sos letras, otra vez, mi mano que insiste en llevarme hasta donde no estás.

2 comentarios:

Carolina dijo...

increiblemente HERMOSO! cómo me gustó! qué lindo coca!

... dijo...

Gracias Caro
:)